domingo, 29 de octubre de 2023

Desarrollo personal infante-adolescente


El desarrollo del niño incluye cambios físicos, intelectuales, sociales y emocionales. Reflejar que los niños crecen y maduran a distintas velocidades. Si bien, puede existir grandes diferencias de altura, peso y contextura entre los niños sanos dependiendo de la dieta, el ejercicio y los genes.

Lo que les permite el autoconocimiento es conocerse a sí mismos teniendo una actitud para actuar y desarrollarse en función de sus propias capacidades, lo que favorece el desarrollo de las propias fortalezas para alcanzar el máximo potencial. Por tanto, el desarrollo personal engloba aspectos tan importantes como la buena autoestima, el control de las emociones, tener habilidades sociales y la autonomía.

Para ello, se fomenta que los infantes juveniles pueden ser promotores de cumplir sus metas a través de sus objetivos. Además, de ser competentes en el proceso de la toma de decisiones sin miedos ni bloqueos e inseguridades.  

A través del aprendizaje del respeto y los valores, ellos/as se hallan preparados para el éxito y es en la familia y los iguales donde se muestran quienes son en realidad.  

Los infantes-adolescentes se encuentran constantemente en un aprendizaje de la vida. Por ello, establecer límites y reglas ofreciendo pautas con expectativas claras les ayuda a cumplir con sus responsabilidades haciéndoles sentirse seguros y sin ambigüedad.

Las etapas de desarrollo suelen clasificarse en cinco áreas principales: crecimiento físico, desarrollo cognitivo, desarrollo afectivo y social, desarrollo del lenguaje y desarrollo sensorial y motor.

La primera infancia, de los 0 a los 5 años de edad, es de gran dependencia y por tanto la más vulnerable del crecimiento, y representa una etapa decisiva en el desarrollo de las capacidades físicas, intelectuales y emotivas.

El desarrollo personal está en función de la edad. Por ejemplo, en el primer año de vida se debe mostrar el afecto, proporcionarle espacio y seguridad para explorar el entorno y desarrollar sus habilidades. A partir del segundo año, se facilita que el niño haga cosas que pueda realizar e iniciarles en el aprendizaje de las emociones básicas para que pueda expresar  cómo se siente.  Entre el 2º y 5º años, asignar y permitir actividades que deseen realizar  acorde a su capacidad pero acompañados. Así como,  establecer rutinas y realizar juegos con instrucciones y reglas. A partir de las siguientes franjas de edades, la autonomía les promueve actuar hacia nuevos estadios evolutivos desde su propia libertad de acción y pensamiento.

En cuanto al desarrollo social del niño de 6 a 12 años, establecen amistades y relaciones más fuertes y complejas. A nivel emocional, es cada vez es más importante tener amigos, especialmente lo de su mismo sexo y están más conscientes de su cuerpo a medida que se acerca la pubertad.

El impulsar tanto las habilidades personales, como los hábitos y la forma de pensar adecuadas  permite mejorar la calidad de vida y contribuir a la realización de las aspiraciones.


Vive Siente Ama


1 comentario:

  1. No suelo escribir pero en este caso deseo reflejar la importancia de invertir como personas, pues hará que algo que es una dificultad no se convierta en un verdadero problema. Abogo por no hipotecar la vida de las personas pues a tiempo podemos prevenir patologías y encontrar soluciones...

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