¿ En qué se diferencia? Se puede superar...
Nuestro estado de ánimo, también llamado estado emocional, puede definirnos
en momentos, días, semanas, meses…y es la forma en que nuestro ser permanece en
un momento, debido a estímulos recibidos o creados.
Importante diferenciar lo que sucede en nuestro interior, saber cuando tenemos un bajón de ánimo, es decir, cómo me siento hoy y porqué me siento así. Aprender a conocernos, nos puede cambiar la vida, porque reconocer nuestro estado, nos ayuda a vivir en armonia con uno mismo y lo que deseamos. Se recomendaría el cuidado, tanto en cuerpo y mente, utilizando una alimentación adecuada, ejercicio y unos pensamientos acordes a nuestro bienestar. Además del descanso, poner orden en la vida, y saber decir No! a aquello que te perjudica. Permítete estar con gente a la que le importas, haz aquello que desees hacer, teniendo en mente aquellas palabras o frases positivas, que te estimulen y te llenen de aliento y alegría. Actitud de perseverancia y verdadero cambio, con decisión y determinación en aquello que se desea.
Cuando se habla de depresión, se le ubica como una
enfermedad, es decir, una alteración de nuestro cuerpo. Se suele asociar su
comienzo, con algún hecho concreto o con un cúmulo de circunstancias. Suele
provocarse por factores desencadenantes, produciendo síntomas en un determinado
momento, pero rara vez pueden llegar a ser las verdaderas causas. Estos factores pueden
ser; genéticos, ambientales, acontecimientos traumáticos, rasgos de
personalidad y enfermedad somáticas.
La tristeza, es un síntoma característico en
la depresión, aunque no siempre está presente. La persona suele presentar
tendencia a llorar con facilidad y a sentirse vacio, junto a una falta de
interés o desgana (apatía) por hacer cosas que hacía antes y que en la
actualidad no disfruta (anhedonia). También hay otros síntomas frecuentes:
.- Cambios en el apetito, el
peso, el comportamiento sexual y el sueño.
.- Menor rendimiento físico,
por falta de energía y mayor cansancio de lo habitual (astenia).
.- Menor rendimiento
individual, que afecta a la atención a la memoria, la concentración y la
capacidad de entender y razonar.
.- Pensamientos negativos y
pesimistas, como: desesperanza, autoculpa y sensación de incapacidad. También
son frecuentes los deseos de muerte y las ideas de suicidio.
.- Síntomas físicos (dolor
de cabeza, molestias digestivas…) con mala respuesta al tratamiento médico habitual, o bien el empeoramiento de
enfermedades que ya teníamos (migraña, psoriasis…).
La ansiedad no es
propiamente un síntoma de depresión, aunque sea frecuente que los pacientes con
depresión presenten síntomas de ansiedad.
Tratamientos
. EL objetivo debe ser recuperarnos por completo, no solo
mejorar.
. El efecto del tratamiento no será inmediato, pero si
pasan varias semanas sin que notemos mejoría, debemos consultar al médico.
. Cuanto menos tiempo estemos con síntomas más rápida
será la mejoría, y más probable que nos recuperemos por completo.
. Si nos recuperamos completamente será más difícil que
la depresión se haga crónica y menos probable que volvamos a recaer en el
futuro.
Actividades y actitudes saludables para mejorar y evitar empeoramiento y recaídas
.- Sueño reparador, es decir, levantarse descansados y
tranquilos.
.- Hacer ejercicio físico de forma regular y llevar una
alimentación sana, evitando el alcohol y otros tóxicos.
.- Hacer actividades con las que disfrutábamos, aunque de
momento no sea así.
.- Evitar situaciones estresantes y mejorar nuestras
técnicas de relajación.
.- Hacer actividades relajantes: meditación, oración,
respiración profunda…
.- Mantenernos activos (aunque nos tendremos que exigir
menos). Será más fácil si planificamos el día y estamos acompañados.
.- Evitar cambios importantes en nuestro entorno (hogar,
trabajo, relaciones…) y en nuestra rutina.
.- Apoyarse en personas con las que se sienta a gusto.
.- Aplazar las decisiones importantes hasta que los
síntomas hayan mejorado.
.- Informarse y aprender sobre la depresión para entender
cómo se siente y cómo puede mejorar.