sábado, 21 de abril de 2018

Relaciones Sociales



 
 Las relaciones, son vínculos que se establece con aquellas personas que nos rodean, ya sí las tenemos cerca o en la lejanía. Es decir, se requiere un mínimo de habilidad social, siendo está contemplada, como el conjunto de hábitos en nuestras conductas, que subyacen a través de nuestros pensamientos y emociones. Para favorecer las relaciones, se requiere atender y escuchar a la otra persona, a la vez que nos permite expresarnos, mediante una comunicación eficaz, en la que los demás respeten también nuestros derechos.  Lo que hace sentirse bien, obtener lo que se desea, logrando que otras personas permitan facilitar nuestros objetivos.

Ser sociable, requiere tener asertividad y mostrar empatía, además de utilizar la inteligencia emocional en dicho proceso, lo que produce un aumento en la autoestima. Sin embargo, estará en función del papel que ejerza en ese momento las creencias (forma de percibir y evaluar la realidad) y los componentes emocionales que se dispongan como la capacidad de comprender y regular las emociones propias y ajenas que pueden obstaculizar o facilitar las relaciones. Además, existen diferentes estilos de comunicación, siendo primordial utilizar un lenguaje sencillo, claro, entendible que esté acorde con los aspectos de la comunicación no verbal (mirada, expresión facial, gestos, postura, forma y contenido de la comunicación verbal…) que estará en función a quien vaya dirigido.  

Generalmente, la mayoría de las personas tienen facilidad para mantener conversaciones. Aunque,  existen otras, que tienen dificultades  para manejar su ira, hacer y rechazar peticiones, resolver conflictos, solicitar cambios de conducta, afrontar comportamientos irracionales en otros, responder a las críticas, e incapacidad de decir, Basta! No!.

Por otro lado, cuando las relaciones interpersonales son satisfactorias, y se contempla el propio interés junto a los intereses y sentimientos de los demás, se obtienen  un máximo de beneficios y un mínimo de consecuencias negativas, en una mejora de calidad de vida tanto a corto como a largo plazo. Sin embargo, sino se tienen buenas relaciones sociales pueden ser causa de estrés y malestar, siendo las personas con déficits de habilidades sociales, más propensas a padecer alteraciones psicológicas (ansiedad, depresión, ciertas enfermedades psicosomáticas, etc…).

Asimismo, para generar  bienestar en la relación interpersonal, puede tenerse en cuenta algunos aspectos: Aprender a captar los sentimientos de los demás, para gestionar   y establecer la comunicación, iniciándose por ejemplo, mediante el saludo y una sonrisa.  También,  dirigirse hacia la otra persona por su nombre,  mostrándose de manera natural, amigable, cordial y sincera. Es decir, sentirse a gusto (ser uno mismo), interesándote  por la opinión del otro, a través de una escucha activa, aprendiendo, siendo generoso en elogios y cauto en la crítica.



 Entonces ¿es posible, mejorar  las relaciones interpersonales?




Por supuesto, según lo reflejado anteriormente sobre sus ventajas e inconvenientes, las personas podemos mejorar siempre en este campo. 

Desde este espacio, se ofrece información sobre los talleres que se realizan. Siendo uno de ellos, el de las habilidades y competencias   sociales. Adquiriendo, un elevado crecimiento personal de bienestar y calidad de vida. Del cual, se obtiene una gran mejora en todos los ámbitos, personal, familiar y social.



 
 Ama y Vive

 

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