Cuidar el cuerpo es vital aportando todo aquello que se necesite para mantener el desempeño en la gestión de la energía vital.
Las emociones son estados afectivos que interactúan a ciertos grados de estímulos reaccionando de forma subjetiva y que en numerosas ocasiones se somatiza afectando las partes más vulnerables del cuerpo. En ellas, intervienen las experiencias e implican los conocimientos adquiridos, junto a las creencias.
Se pueden tener bloqueos mentales, y ello afecta al bienestar emocional, a cómo los pensamientos hacen que se tomen las decisiones y cómo consecuencia las actitudes se plasmen en comportamientos. Por ello, es de gran relevancia mantener una salud mental óptima para actuar ante las adversidades de la vida cotidiana.
Así pues, el equilibrio emocional lleva consigo la parte espiritual, la del armonía, la paz consigo mismo/a y con los demás provocando en el ser una gran dicha. Reflejar que alcanzar ese estado no es fácil y a veces resulta complicado pero para ello se puede proponer realizar un trabajo personal.
¡Qué hacer para hallar la estabilidad emocional!
* Ser consciente con respecto al mundo en que vivimos.
* Aceptar, que no siempre hay respuesta a todas las preguntas. Si bien, la mayoría de las veces se sabe pero se prefiere ignorarlas.
* Por ello es importante, el conocerse así mismo/a y ocupándose en vez de preocuparse.
* En la vida son retos a superar, por eso las adversidades dan oportunidad de aprender y evolucionar. Así la mente trabaja para hallar un ajuste en la que le permita deliberar. Puesto que los bloqueos perjudican e impiden ver la existencia de las posibles opciones para tomar decisiones.
*Existe el libre albedrío y el estado de ánimo se ve influido por las emociones del momento y de aquellos pensamientos que nos impulsa, junto a los valores y creencias que nos dirigen para actuar.
* Así que tener claro los valores y los principios es muy importante porque forman parte de la existencia humana. Disponer de un propósito en concreto hará que se pueda visualizar un horizonte que tenga sentido la vida. Por ejemplo, a veces algo simple, sencillo como el deseo de ser feliz (sentirme bien) puede alcanzarse.
* Como bien se dice y es cierto “Todo está en nuestra mente”. Pero no
podemos ni debemos engañarnos. Puesto que aportando equilibrio
físico, psíquico y emocional, los deseos pueden llegar a materializarse en una
vivencia ajustada a la realidad.