Vencer obstáculos

 “Cuando superamos los retos, las barreras y los obstáculos 
encontramos la mejor versión de nosotros/as mismos/as”

En el sendero de la vida no se está exento de dificultades y obstáculos.  

En la infancia nos educan como abordar desafíos y retos a través de situaciones o circunstancias vividas. Son necesarios para el desarrollo. Aunque algunos progenitores consideran que sus hijos no tienen por qué pasar por dichas circunstancias porque no desean que sufran y lo pasen mal. Si bien, es un aprendizaje, de ingenio en el desempeño en la superación. Puesto que les hace más fuertes, valientes y sobre todo resilientes. 

¿Qué nos puede limitar vencer los obstáculos?

Los miedos e inseguridades incapacitan para percibir nuevas opciones y oportunidades.

Las creencias limitantes impiden contemplar expectativas mejores.

La falta de recursos de afrontamiento para lograr los objetivos.

Percibir que los obstáculos son ajenos a nosotros/as cuando realmente son internos. Reconocerlo es un primer paso para vencerlo y superar las adversidades.

La impaciencia induce a la acción de forma inadecuada.

¿Cómo actuar para vencer obstáculos?

Si en un principio lo consideras imposible, armarte de coraje, valor y gran fuerza de voluntad te permitirá tomar la decisión de pasar a la acción.

La clave está en el autoconocimiento en profundidad de las propias capacidades y estrategias de vencimiento.

Ante un gran obstáculo permítete continuar en el proceso para solventarlo. No te rindas, mira lo que necesitas y si requieres de alguien, solicítalo!

Para alcanzar el éxito siempre hay obstáculos. Tomarlos como desafíos favorece nuevas oportunidades.

Utilizar mis tres “P” Paciencia- Perseverancia- Positividad, puesto que facilita las posibilidades de afrontamiento para que el obstáculo se desvanezca.

La aventura del esfuerzo en la superación permite disponer de experiencia y conocimientos para resolver a nivel general cualquier tipo de problema.

Vislumbrar el obstáculo como oportunidad de algo que no habías pensado, puede ser el comienzo de algo nuevo. Así que no te rindas e inténtalo.

Recordar que la experiencia de la vida con tropiezos y obstáculos ayudan a madurar, a ser más fuerte y a evolucionar como personas.

 

“El obstáculo cuando constituye un gran desafío acontece una vez superado una gran recompensa”

Vive Siente Ama

Gratitud

"Gratitud que palabra tan sencilla y cuanto poder expresa"

La gratitud según la RAE, es un sentimiento que obliga a una persona a estimar el beneficio o favor que otra le ha hecho o ha querido hacer, y a corresponderle de alguna manera. Si bien, este enfoque es algo frio, se puede contemplar desde una perspectiva más humanística en la que no interfiera el malestar.  

La persona vive su día a día haciendo lo mejor que sabe hacer y como dice el dicho "persona agradecida será bendecida". Es decir, ser agradecido permite un estado de disminución de las emociones negativas, de la ansiedad y del estrés. Lo que fomenta y favorece las relaciones personales además de que el cuerpo obtiene beneficios como fortaleza del sistema inmunitario, mejor descanso nocturno y se halla con un aumento de un estado de bienestar mental que hace que se sienta con optimismo y felicidad.

Reconocer con gratitud es darse cuenta del valor de las acciones, circunstancias y personas que nos rodean.  Es decir, algo tan simple como disponer de las necesidades básicas cubiertas que sin ellas no podríamos vivir. Sólo cuando perdemos algunas de dichas necesidades es cuando lamentablemente nos damos cuenta. Entonces, es cuando quizás estemos preparados para valorar las pequeñas cosas que nos proporciona la vida y sobre todo en compartirlas. 

Sin embargo, podemos hallarnos con personas que no suelen dar las gracias, bien porque no han aprendido el valor de la cortesía y del efecto que produce la amabilidad. O bien, porque se hallan insatisfechas o consideran que es obligación o un derecho siendo la queja su hábito. Aún así, estas personas deberían probar el efecto que produce el agradecimiento considerándose una acción que proporciona calma y paz tanto a quien lo entrega como a quien lo recibe.

Ser conscientes de cuanto somos agradecidos dependerá de nuestras circunstancias y el enfoque que le demos a nuestras vivencias de cada día. Pero algo es seguro, depende de como nos percibamos hará que seamos mas o menos agradecidos.

Generalmente se suele dar las gracias cuando nos dejamos llevar por una acción de la cual valoramos y que a la vez agradecemos una vez que se cree que se ha solucionado el hecho o situación. 

Pero ¿Qué hacer en un día que hemos comenzado mal y que las cosas no han ido como deseábamos?. Podemos ser agradecidos! creo que a todos/as no ha sucedido... Puedes buscar alguna opción que se ajuste a lo que necesites en ese momento o probar algunas de estas dos:

Lo primero es nuestra actitud nos sale el ramalazo de decir cualquier cosa que manifiesta el malestar, eso es algo innato, pero acto seguido interviene el pensamiento y es ahí donde somos capaces de controlar la situación y permitir o no que nos afecte a lo largo del día. Por ello, quizás podamos agradecer que no haya sido peor o de lo contrario resignarnos si no está en nuestra mano la solución.

Es una gran verdad que según nuestro estado de ánimo percibimos la realidad. Es decir, le damos la importancia que requiere o la exageramos. Para ello la necesidad de ser objetivos. Solo así observaremos la situación en su justa medida. Y según las expectativas seleccionaremos las más adecuadas en función de nuestro bienestar personal. 

Hay personas que son muy adaptables y según van surgiendo los inconvenientes van actuando agradeciendo la posibilidad de que se puede encontrar soluciones. Puesto que reconocen que hay cosas que suceden y que son ajenas a su voluntad. Los pensamientos claros nos llevan a comportamientos sencillos y hace que las personas pasen a la acción más favorablemente. Es decir, aquello que depende de uno/a puede actuar en consecuencia, de lo contrario es malgastar energía que no tiene sentido desperdiciar. 

Vive Siente Ama