sábado, 19 de mayo de 2018

¿Feliz con tu/s hijo/s?...



Recordar que todos hemos sido alguna vez niños".

 Dentro de ser padre o madre, se es persona. El niño también lo es. Tiene sus necesidades. En ocasiones se genera conflicto de necesidades que pueden engendrar una competición, a menudo inconsciente. Es por ello, que a continuación se presentan algunas ideas importantes para evitar los juegos de poder y ayudarte a ser tú mismo.

Plantéate ser feliz. Somos modelos para nuestros hijos. Es decir, es inútil sacrificarte por ellos, si tú no eres feliz, puesto que la felicidad es uno de los elementos primordiales en su pleno desarrollo y ellos lo perciben.

El sacrificio y la sobrecompensación no protegen a los pequeños, puesto que algunos padres olvidan y no escuchan sus necesidades o emociones y se centran enteramente en sus hijos. Lo que en ocasiones acaba perjudicando a ambos (padres e hijos), por lo que se recomienda hallar el equilibrio y ajustar sus prioridades.

Un ejemplo,  sería cuando algún padre por cualquier circunstancia se encuentra ansioso, deprimido, angustiado o infeliz, los niños sienten la necesidad de aliviar su malestar. De manera, que ellos son capaces de entender por lo que están pasando, si se le explica a su nivel. Así comprenderán porque en ocasiones, no le habla o no le mira bien. Los padres al expresarse, se dan cuentan de que pueden cambiar su actitud, y modificar determinados comportamientos que son molestos y en ocasiones destructivos. 

La “escucha” es vital en la relaciones y sobre todo, cuando lo que se oye, es algo significativo. Muchos padres se sienten desengañados, porque creen que hablan con sus hijos. Sin embargo, es entregarse. Ellos necesitan tener la certeza de que se les oirá y se les aceptará sin juzgar sus sentimientos. Facilitar que solucionen sus problemas, posibilita desarrollar su autonomía. Cuando escuches, hazlo con tu cuerpo (postura semejante a la suya) y con tu corazón, ayúdale a expresar lo que siente. Acoge sus emociones, sus afectos sin interrumpirlos, mostrándole ternura, para darle solidez y la confianza necesaria para afrontar su dificultad.

Comunícate con tus hijos, de lo que sientes en tu vida cotidiana, incluso evoca algo de tu infancia para que te conozca mejor. Reflexiona que tus hijos son enteramente personas, con una propia existencia y destino. Rodéate de fotos y dibujos para mantener el recuerdo de tu amor por ellos. Todos los padres lo dicen, la infancia pasa rápidamente, demasiado deprisa…  



Vive y Ama

Alcanzar lo que deseas…

¿Qué necesitas para lograr tu propósito?  Claridad y mantener el rumbo marcado. ¿Para qué?  Para sentirte bien contigo mismo/a. ¿Qué hac...