Un día fui de comida y después me pase por este
local a tomarte un té. Sinceramente me sorprendió porque en el exterior era
como la mayoría pero al entrar al fondo me encontré con este entrañable rincón.
Me llamó tanto la atención los detalles y las sensaciones que producía
serenidad, que no pude evitar hacerme una foto para plasmar ese momento.
La vida nos ofrece multitud de sensaciones para
ser vividas y en los más ínfimos detalles naturales reflejan la sencillez
de las cosas que pueden llegar a ser verdaderamente relevantes para nuestro ser en
esos momentos.
En ocasiones requerimos quietud, es decir soledad.
Puesto que en el silencio se impone la paz. De manera, que nos permite disponer
de un dialogo interior profundo, logrando un mayor conocimiento de nosotros
mismos en armonía con lo que nos rodea. A veces dar marcha atrás y hacer una
pausa nos facilita llegar a nuestra propia verdad aportando un esclarecimiento
de nuestra realidad.
Hay momentos en que nos sentimos desbordados, sobre todo, cuando somos personas con bastantes responsabilidades y no se puede delegar porque tienes que hacerlo tú. Es entonces, cuando necesitamos tomarnos un momento en la jornada para detenernos y parar completamente, puesto que al disminuir la energía necesitamos recobrarla y continuar. Para ello vendría bien, respirar hondo y despacio imaginando que inspiramos vitalidad y expulsamos toda la sensación de malestar. No permitas que el caos se mantenga en tu vida, date tiempo para pensar y tener claridad y el silencio te permitirá escucharte.
Vive Siente Ama